Un Corazón En El Puente Villena


Es tan jodida la situación actual, creo que todo escapó de nuestras manos, al menos de las mías. Odio estar enamorado, ser quien reciba consejos de amigos y amigas, en vez de ser yo quien de mi opinión sobre sus relaciones amorosas. No debiste abrazarme, ni ser tan linda conmigo si al final eso no significa nada para ti. Quizás te resulte cursi el hecho de que suelo enamorarme muy fácil y ser un soñador compulsivo. Vivo en las nubes, tratando de no caer.


No puedo querer a alguien que no sea yo, por eso me gusta andar de fiesta en fiesta con chicas a las que luego ni siquiera llamo. Elegí el placer antes que el amor, la carne antes que el alma y las caricias furtivas antes que una pareja para toda la vida. Todo iba tan bien, me sentía vacío pero contento. Hasta que apareciste, todo cambió sin siquiera notarlo y ahora eres como una extensión de mi vida diaria. Todo me recuerda a ti o lo relaciono contigo, estoy enfermo de amor y tú, lastimosamente, no tienes la cura.

Ustedes, las mujeres, son seres muy complicados. Yo perdí las ganas de comprender hace mucho tiempo, tan sólo muevo la cabeza de arriba a abajo cuando hablan pero en verdad no las escucho. Explícame ¿Cómo es que recuerdo todo lo que dices? Te presto atención y estoy siempre para ti. Vendería a mi madre a los árabes tan sólo por tenerte, tienes que saberlo. Aunque tú ya lo sabes, por eso es que me tratas así.

Como todo mal cuento, el de nosotros no tendrá un final feliz. Hay mucho que perder, poco en lo que podamos salir victoriosos. Aunque nuestra suerte esté decidida, quiero decirte que aún tengo paciencia y fe en que todo podrá cambiar, al menos un poco. Sé que es jodido aguantarme, quizás me esfuerzo demasiado, pero lo único que debe importar es lo enamorado que estoy de ti. Te aseguro que no encontrarás, en ningún otro lado del mundo, un hijo de puta tan divertido, detallista, conversador e inteligente como yo.

Ojalá sepas valorarlo, pues hombres así, están en peligro de extinción.