Archive for diciembre 2008

A la luz de la hoguera


No intentemos el camino personal para conseguir lo que en verdad queremos. El error en todo este problema de cómo y cuándo cambiará todo lo que pasa a nuestro alrededor se encuentra en todos. Somos un gran y único ser que camina lento y cabizbajo. ¿No son los obstáculos personales una gran barrera para el progreso de todos? No puedo garantizar el hecho de conformar un sólo frente. Muchos son los estudiosos que se han dado cuenta del poder de segregación e individualismo del posmodernismo.

Al parecer los seres humanos ya no queremos pertenecer a un sólo grupo, buscamos un poco de todo y estar en distintas cosas a la vez. Claro que no inmersos del todo en ninguna de todas las opciones, tan sólo disfrutamos del beneficio que podemos conseguir de éstas hasta que se vayan en picada. Si queremos entender la gran imagen sólo tenemos que mirar la transición entre moda y moda. Nos llevaremos la sorpresa de que ahora manejamos nuestra vida bajo la misma construcción.

Lo que planteo, damas y caballeros, niños y niñas de todo el maldito mundo, es conformar el frente más psicodélico y polifacético de toda la historia contemporánea. ¿Por qué combatir al sistema con una desgastada ideología? Si podemos tener éxito aprovechando lo mejor de cada grupo social y cultural. Es un hecho de que la victoria no está asegura y que, de llevarse a cabo el éxito, tan sólo lleguemos al poder para establecer un régimen igual de catastrófico y dictatorial que el de ahora. Para asegurar una victoria debemos trabajar desde las sombras, alimentando a Babilonia, la gran ramera, con nuestras ideas. Poco a poco el sistema se debilitará pues tendrá que adoptar una nueva cosmovisión. Ningún grupo ideológico que se respete quiere ser recordado como la segunda venida Sandinista, desde que tomaron el poder, queda claro.

Seamos entonces el gran hermano de las sombras. Aquel bravo y servicial combatiente que rehuye a la pose y al flash de las cámaras. Nuestro variopinto proyecto tiene que ser silencioso, como la obra de Dios. Es hora de enarbolar las viejas banderas de la moral y las buenas costumbres, sin llegar a ser una santa inquisición. El ser humano parece haberse deshumanizado, como lo diriá Joe Strummer en su momento. Tenemos que ver de nuevo la luz y recuperar el sendero del verdadero progreso y la hermandad.

El futuro no está escrito

La Voz


A principios de este año ví una película a regañadientes. Yo me rehusé a verla puesto que me gustan más las películas no comerciales y/o independientes. Pero bueno, todos en mi casa querían verla. Es así como no me quedó otro remedio que ver "El Cantante", largometraje que lleva a la pantalla grande la vida de Héctor Lavoe. Si bien la película tiene algunos altibajos, me pareció muy bien realizada. Además, sirvió para encontrarle gusto a la "salsa dura".

Desde las primeras presentaciones de Marc Anthony, en su papel de Héctor Lavoe, empecé a notar que la música que él interpretaba relataba mucho de su amargo pesar. No hay que ser tan conocedores de su vida para saber el atormentado paso que tuvo en la tierra. El amor siempre le dejó un sabor agridulce y las drogas no lo ayudaron en ponerle más color a su vida. No me percaté de todo ello hasta que ví la película, en verdad que merecía mejor suerte.

Alguna vez alguien me dijo que "nuestra mayor fuerza es nuestra más grande debilidad" y en Héctor Lavoe esta paradoja se ve reflejada en el personaje de su esposa "Puchi". No puedo imaginarme lo mal que la tuvo que pasar al tenerla de pareja. Era una mujer preocupada más en lo material que en lo sentimental. Totalmente manipuladora y fría.

La industria musical basa su estabilidad monetaria en el desamor de las letras. Y hay tantos músicos que se aprovechan de ello, sin conocer cómo es sufrir de amor. Héctor Lavoe no es, sin duda, parte de éste grupo. Él vivió "la pasión de Cristo" toda su vida y nunca pidió que alguien le cargase la cruz.

Se trata pues no sólo de un ícono de la música latinoamericana, sino de un héroe de la historia popular de nuestros pueblos.

Les dejo un video de este extraordinario cantante:

Héctor Lavoe - Aléjate

Barbacoa Humana


Hay demasiados hombres y mujeres que caminan por las calles limeñas, much@s de ell@s no saben que en realidad están muertos. Obviamente no hablo de una muerte física sino espiritual, metafísica. De ellos ya hemos hablado largo y tendido en este humilde espacio.

Es hora de encargarnos de los otros. Los muertos vivientes.

No sé cuándo fué mi primera incursión en el mundo de los zombies. Quizás de niño viendo "The Night of the Living Dead", una película de George A. Romero. Sé que no debí ver esa película a mi corta edad -hay escenas de desnudos femeninos y sangre por doquier- pero la disfruté de principio a fin. Claro que esa noche no pude dormir y no fue precisamente por las chicas desnudas. Estaba tan asustado, pensaba si esa noche iba a ser atacado por algún zombie. Felizmente no ocurrió nada.

Sé de otros seres supernaturales como los hombres lobo, los vampiros y los duendes, pero ninguno de éstos puede superar al original mundo de los muertos vivientes. Pueden ser tontos, es cierto, mas su sed por la sangre y la carne humana los hacen únicos. Quizás algún día la ficción se haga realidad y tengamos que afrontarlos.

Felizmente ya sabemos cómo combatirlos. Preparen sus escopetas.

Busco Empleo


Quizás el mayor de los miedos de un estudiante universitario sea conseguir empleo o una práctica. Es el paso crucial entre la adolescencia y la adultez. Quizás no madures del todo mas de algo servirá haber sido parte del sistema -aunque sea a medio tiempo y con sueldo mínimo-.

Poco a poco mis amigos han sido absorvidos por el sistema. Hay algunos que tuvieron que dejar los estudios por no tener los medios suficientes. Otros embarazaron a una chica y empezaron a preocuparse por el dinero. Y hay de los que se aburrieron de estar sin recursos para los fines de semana y se pusieron a buscar empleo. El último grupo no contó que conseguir dinero, ganarlo con tu esfuerzo, nos hace más razonables a la hora de gastar. Claro que siempre hay excepciones, si tienes enamorada tienes que gastar siempre, por ejemplo.

El presente es un momento crucial para despedirnos de nuestros ideales, llegamos a ser otra generación que se tuvo que adaptar al sistema. No tuvimos nuestro Mayo del 68, quizás no hicimos los méritos suficientes para tenerlo.

No es para sentirse culpables. No nos debe poner triste que nuestros amigos se corten el pelo, que algunos renuncien a los dreadlocks. Que cambien las converse de antaño por zapatos de cuero. Que ahora ya no escuchen The Ramones, sino que prefieran alguna banda indie. Que los tragos simples y baratos sean reemplazados por el Absolut Vodka y que la "chanchita" necesaria para saciar la sed sea cambiada por una tarjeta de débito. Nada de eso importa.

Hoy declaro el fin de mi generación. Todavía hay algunos que se resisten a ceder pero pronto serán absorvidos por el imperio. Babilonia la ramera está a la vuelta de la esquina, dispuesta a darte dinero y poder.

Sinfonía Inconclusa


De pequeño fui inculcado a dos actividades que, a la larga, terminaron gustándome. Una es la lectura. La segunda es mi afición a la música clásica.

Todo empezó desde el vientre materno, escuchando a Wolfgang Amadeus Mozart. Ya al ser un pequeño de 4 o 5 años escuchaba radio Filarmonía. Poco o casi nada era lo que sabía sobre las grandes composiciones, yo sólo me limitaba a escuchar las bellas y continuas notas. Todo ello hasta llegar a la calma y el reposo, echado en el suelo de la sala.

Ahora, a casi ya 20 años, me pongo a pensar en todo este tiempo que ha pasado. Ya no escucho radio Filarmonía pues tengo el Emule, programa con el que bajo música de la más diversa. Incluída la clásica. Compositores como Mozart, Beethoven, Chopin, Vivaldi, Verdi, Paganini, Listz y Wagner conforman mi vasta colección musical.

Es increíble cómo algunas costumbres infantiles nos definen. Y es que de niños somos como pequeños pedazos de plastilina. Figuras deformes que van adquiriendo belleza y armonía con el paso del tiempo.

Basta ya!


No podemos hacer algo ante la injusticia que soportamos en la televisión nacional. Los programas que los canales transmiten huelen a miseria creativa. La "caja boba" se ha convertido en el peor enemigo del progreso civil. Yo no hablo de una lucha de clases, tampoco sobre conformar un sólo frente contra la televisión. Esas son tonterías. La individualidad y el placer que supone saberse distintos es lo que reina en la posmodernidad. Propongo hacer algo diferente, siempre llevado por una lógica individualista. Seamos los diferentes ante la pobredumbre televisiva nacional. Veamos cine, realicemos nuestros propios proyectos.

Dejemos atrás a La Ventana Indiscreta, Magaly TV, Lima limón y a todos esos programas de cumbia sabatinos. Hay todo un mundo esperándonos. Miles de películas y series que podemos bajar y reproducir en nuestro televisor. Seamos los jefes de la sociedad del conocimiento, no los esclavos de los medios tradicionales. Si en verdad queremos cambiar este panorama es hora de librarnos de la aburrida y tradicional manera de ver televisión. Démosle paso a medios alternativos como Emule y Argenteam. Una buena combinación para conseguir grandes películas y excelentes sitcoms.