Comas Is The Place To Be


La sociedad limeña vive mucho de las apariencias. Todos hemos conocido algún hecho digno de ser contado en una reunión amical. La típica experiencia es la de aquel que teme decir dónde vive. O bien mienten diciendo vivir en un lugar nice (La Molina, Surco o San Isidro) o dicen lo siguiente:

-Vivo en Los Olivos pero tengo familia en San Borja

Los dos hechos son igual de reprochables. Ese tipo de personas siempre vivirá con una nube gris encima de la cabeza. El temor de decir dónde vives no tiene razón de ser. Yo no vivo en Los Olivos (que se considera el nuevo point de los ricos en Lima), menos en La Planicie. Soy comeño de nacimiento y me enorgullece decirlo.

Nacer, crecer y vivir en Comas es la mejor lección de lo que es la vida en la calle. Desde muy pequeño empiezas a valorar lo que puedas tener. Y no lo digo porque tus vecinos sean grandes consejeros, sino que no sabes cuándo puedes ser asaltado (Vestir bonito de niño es casi una invitación al robo, no te dejarán sin nada pero algún accesorio perderás -gorra o reloj de pulsera, por ejemplo-). Mientras más vas creciendo aprendes a mirar siempre atrás, puede que los pasos que escuches sean de un ladrón.

Todavía siendo un pequeño entiendes la razón por la que tienes que bajar de una combi con el pie derecho. Otra lección de vida es aprender cómo regatear aunque sea por 20 céntimos de descuento. Ya a la edad de 13 años conoces al menos un lugar donde venden drogas, a esa edad también ya tendrás algún conocido que le entre al trago o a la hierba. Teniendo 15 años puedes comprar trago y cigarros. Si lo tuyo es el baile, no te preocupes, hay discotecas donde no te piden DNI para entrar y la fiesta empieza desde muy temprano.

Al comenzar a manejar, cosa que puedes hacer desde los 16, sobornar a los policías será como comulgar. Si tienes algún amigo influyente en la comisaría puede que salgas libre de toda culpa en un accidente. Y es que Comas es el segundo distrito con el índice más grande de accidentes de tránsito. Fernando Alonso no podría jamás competir con un chofer de combi de la ruta Comas-La Marina.

Otro hecho digno de recalcar es el costo de vida. Por qué pagar 15 lucas (le para la gentita) por un corte de pelo? En Comas, a lo mucho, pagas 5. La entrada del Cine Planet siempre está 5 o 7 le, mucho menos que en cualquier otro cine. Los mejores anticuchos de Lima están en el Boulevard de Retablo y te cuesta casi nada.

Las razones expuestas me hacen sentir orgulloso de mi distrito. Aprendes lo dura y jodida que es la vida siendo tan joven, apenas un infante. Además que es muy gracioso ver la cara de la gente de clase alta o media-alta al decirles "Yo vivo en Comas". Es como si te miraran con un aire de respeto luego de ello. Como si los comeños fueramos todos hijos de Django.