Chillin'


No puedes frenar los tiempos que vienen en tu vida. El eterno juego entre calma y tempestad parecen repetirse, una y otra vez. A la pasajera sonrisa le sigue el inconsolable llanto. Y así, nuestras existencias, se convierten en una trágica comedia. ¿Es verdad aquello de los dados eternos de Dios? ¿Somos víctimas del azar o las consecuencias del ánimo divino? No podemos estar seguros de ello y parece que poco importa.

Nuestras existencias han trascendido lo metafísico. Podemos decir que vamos en una maldita montañan rusa. Y, al igual que si fuera tan sólo un juego, siempre llegamos al final. Sólo que no tenemos la opción de subir de nuevo. Al menos en el imaginario de los escépticos de la resurreción.

Es por eso, querid@ lect@r, que te propongo ir cautelosamente. Disfruta de los momentos ricos y divertidos de la vida. Vive el último segundo de tu "momento feliz" como si fuese el primero. No huyas de las penas, húndete en ellas por algún tiempo. Llora y sé miserable. Es así que los momentos divertidos y buenos se tornan oníricos, utópicos.

Y por último, combina todo con alcohol, el mejor amigo de las dichas y miserias humanas.