Esto Es Para Ti


Esto es para ti, muchacha de cabellos negros y alma tan gris como el cielo limeño. Mi masiva tan sólo tiene un destinatario, tu frígida presencia, aquella por la que te sientes tan orgullosa. Espero remover algún sentimiento visceral en ti, ódiame o quiéreme, es tu oportunidad de apretar el gatillo y ser feliz.

Eres la reina de un imperio devastado, construído a base de buenas intenciones -las mismas que forman el infierno- vives descorazonada, te arrastras de farra en farra, siguiendo el latido de aquel motor al que llamas corazón. Princesa del descontrol y la intolerancia, sierva del pecado carnal.

Algún día decidiste echar todo a volar, empezaste a andar sin mirar atrás, dejando corazones rotos. Te convertiste en una máquina egocéntrica que se alimenta de elogios insignificantes y amistades que provocan tirria, al ser burdas y frívolas.

Lo más extraño es que te encanta regocijarte entre la inmundicia, has perdido el brillo de tus ojos y, cual zombie perdido, tan sólo te guías por el olor de la hediondez.

Citando a Zamalloa: "Tus ojos son como dos moscas, se posan en cualquier mierda".

Tú eres la prueba de que Dios no existe, porque distas de ser la chica perfecta. Eres la mejor imitación del cuadro más caro del mundo, te ves bien de lejos, pero si alguien se acerca, verá que sólo eres una simple copia de la pintura original. Un mal chiste contado por los dioses, la causa de mi asexualidad.

Es todo lo que tengo que escribir sobre ti, este pequeño cuento llegó a su fin.