una fe ciega que crece
y perdura entre imágenes
de falsos dioses míticos
Corazón ciego, maligno
guiado por tus pasos
estela sempiterna
de terso amanecer
Mi única droga, niña,
tus dulces caricias
la sobredosis perfecta
del triste perecer
y perdura entre imágenes
de falsos dioses míticos
Corazón ciego, maligno
guiado por tus pasos
estela sempiterna
de terso amanecer
Mi única droga, niña,
tus dulces caricias
la sobredosis perfecta
del triste perecer
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