Epístola A Coty

"Lo amargo tan sólo se puede volver más dulce"


Es la célebre frase del no menos afamado Johnny Quidd en la cinta RocknRolla (2008) de Guy Ritchie, haciendo referencia a por qué conserva una costosa pintura en vez de venderla y comprar más droga para aliviar su adicción. El cuadro representa, para nuestro personaje, el comienzo de su recuperación. Como Johnny Quidd, tú y yo (nosotros), tenemos en nuestra relación el fin de muchas etapas "amargas" y el "endulzamiento" de una nueva era.

Somos el elemento número 119 de la tabla periódica, Ci, Cotivan, un nuevo compuesto (afamado por su asombrosa fusión) que sorprende hasta al científico más honorable de la época. Nosotros no mentimos cuando afirmamos que "lo hemos probado todo", provocando el rubor de los más grandes pecadores (desde Calígula hasta Elizabeth Bathory). Aún así, hemos demostrado que podemos amar, sentir y ser tan tiernos como lujuriosos. Contamos con la venia de dioses imposibles, nubes en formas de animales y la insinuante melodía de 400 Years, una canción que tiene feelin' -más por mérito de Peter Tosh que de Bob Marley- así no lo quieras aceptar.

En pocas palabras, llenas de endorfina y serotonina a un cerebro gastado de tanto alcohol y días vacíos entre la soledad de la multitud.

Te Amo