Impromptu

Conoces del garbo, la frialdad,
el dolor de amar y
reponerte de la soledad,
ríes sin dejar de llorar

Agonía temporal es la vida,
insatisfacción continua
que nos hace luchar
por causas ya perdidas

No me sorprende tu ausencia,
ni el rojo mar que nació
de tus cansados brazos,
fuiste valiente a tu modo

Recuerdo el olor de tu sexo,
la ternura de tu voz
gimiendo en la oscuridad,
el único momento que extrañarás

Chau, Hugh


No son pocos los motivos para hacernos partícipes de la orgía posmoderna de la civilización. Ahora más que nunca somos tan parecidos a los romanos o los griegos, vivimos por y para el placer. ¿Será cierto que la historia es cíclica? No lo sabemos con exactitud. De lo que sí podemos dar cuenta es de el gran festín armado en los últimos años.

Podríamos situarnos en los finales de los 90, cuando hubo una gran recuperación económica. Los estudiosos de los fenómenos sociales saben que mientras haya prosperidad habrá una mayor búsqueda del placer. No sólo del sexual, claro está. Es así como en esta casi década la degradación y la perversión se ha tornado pan de cada día. No nos conformamos con sólo un pedazo de la torta, queremos comer todo lo que podamos, hasta sentirnos conformes. ¿Acaso llegamos al punto de vomitar tan sólo para seguir comiendo?

Las empresas dedicadas al placer tuvieron su apogeo y el mundo, al menos el occidental, vivía la prosperidad sin preocuparse de lo que pudiera pasar. Quizás, aletargados e insaciables, no nos dimos cuenta del gran desastre que se avecinaba. Nos ganó la crisis económica por walkover.

Y ahora vemos lo mal que lo pasa la revista Playboy y la trasnochada industria pornográfica en Estados Unidos. La gente ya no compra gadgets como antes y los televisores LCD se aburren de repetir Hulk HD en las estanterías de las tiendas. Hasta los últimos modelos de celulares se han convertido en putas de lujo, muchos las ven pero pocos las pueden pagar.

¿Es el final del hedonismo posmoderno? Quizás algo productivo salga de dejar el placer por la lógica.

Extraña Ternura

Vives sin etiquetas,
en un puñado de letras
que marcan el ritmo
de tus ligeros pasos

Enigmática nube gris,
cual sueño imposible,
te vuelves vacía
en mi mundo irreal

Te voy pensando,
pretendo conocerte,
ensayando una excusa
para poder acercarme

¿Podrías regalarle
una sublime mirada
a este mortal solitario,
dueño de tanto dolor?

Veni, Vidi, Vici

Belleza sin ataduras,
impura carne de amor,
lujuria en tu locura
placer en mi crucifixión

La pequeña muerte
querías conocer, dijiste,
tus rosadas aureolas
apuntaban al cielo azul

Entonces sonreíste,
virginal cortesana,
al verme envuelto
en el manto del extravío

Placer sempiterno,
amor efímero y nuestro,
el que se va con las olas
del frío atardecer

Y desapareciste, mujer,
dejando lo visceral,
por el deleite lozano
de un añejo querer

Soy Ateo (Por Dios)


Si en algún momento hubiese un juicio por todos los crímenes, cometidos desde tiempos antiguos, Dios estaría sentado en el banquillo de los acusados. Lo veo todo claramente, el jefe supremo totalmente arrepentido, con la barba blanca hasta el suelo. Un acongojado prisionero de su propia razón.

Vivimos en un mundo de fantasía, en el que hay un Dios (padre de sí mismo y que nació de una mujer virgen) y en donde hay sólo dos clases de personas: los que creen en la religión y los que no. El segundo grupo suele estar integrado por contestatarios trasnochados, arties, universitarios y demás especies. Es toda una bacanal de colores.

El tiempo de comenzar una nueva aventura ha llegado, el cambio es aquí y ahora. Los jóvenes estamos viendo cómo antiguos dogmas han sido reemplazados por el poder de la ciencia y la investigación. ¿Era necesario aquella nefasta experiencia teocéntrica del medioevo para darnos cuenta de nuestro error? El tiempo ha dicho que sí, el ingenio del hombre se liberó en el siglo de las luces y desde ese entonces no ha parado de crear.

Seamos conscientes de la importancia de estar vivos en esta época y hagamos de lo imposible una realidad.

Forever Young

Sonrisa fúnebre,
delicada piel de mujer
siente el tímido delirio
del febril amanecer

Maldito sentimiento,
muerto al anochecer,
cabalga raudamente
en áridos campos

Recuerda las horas,
felices, únicas y vacías,
de aliento perdido
en el albor juvenil

Summertime

Época de amores furtivos,
canciones pegadizas,
vestimentas cortas
y mucho calor

No se compara al sol,
ni a la brisa fresca
frente al mar,
tenerte y dejarte

Toma las esperanzas,
los lentes de sol y
mi loca música,
marcha con todo ello

Y se jodidamente
feliz