¿Vale la pena arriesgarlo todo por amor?
Algunos se sentirán identificados por los personajes de esta deliciosa película turca. Es que, queridos lectores, aceptémoslo, todos hemos sufrido por amor. Ada y Alper, los personajes principales, reflejan sentimientos tan humanos como el amor, la soledad y el olvido. Aquella ficticia historia, filmada en las calles de Estambul, podría haber ocurrido en cualquier parte del planeta. Sin diferenciar clases sociales, edades o religiones.
Esta suerte de "crítica parcializada" de la película me lleva al tema de este post, lo despreciable que es para algunos el sentirse queridos. ¿Es acaso la soledad y el pesimismo producto de nuestra sociedad? Quizás el sentirnos "completos" en el aspecto económico nos haga sentir importantes, requerimos de admiración y cariño. Si lo alcanzamos, es decir, si encontramos a aquella persona especial, aquella que nos complementa ¿Seremos capaces de lidiar con aquel amor y admiración?
Pienso que nos cansaríamos de esa persona, tarde o temprano, dependiendo lo difícil que sea dominar su ser. Mientras más esfuerzo se requiera, mejor será el triunfo. Y es que hemos trasladado el consumismo hasta nuestras más íntimas relaciones. Todo aquello que satisface el ego humano es bien recibido, lo que no, es eliminado.
Mientras más reflexiono sobre lo que conseguimos bajo las banderas de "evolución y progreso", menos optimista me siento acerca del futuro que le depara a nuestros hijos y nietos, si es que el mundo aguanta un poco más.
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