Crónica


El día en el que iba a fumar su primer joint, Carbajal soñó que andaba fumequeado. ¿Cómo voy a stonearme ahora? Dijo para sus adentros. Pensó que en realidad eran sus ansias locas las culpables del soponcio. Se puso a jugar con el PSP y sonreía cada vez que mataba negros en las calles, Vice City era su único vicio. Podría caminar, salir a rescatar alguna damicela en peligro. ¿Para qué? Luego se respondía, el muy tonto.


-Si es que todo lo puedo hacer por aquí, hostias!