A principios de este año ví una película a regañadientes. Yo me rehusé a verla puesto que me gustan más las películas no comerciales y/o independientes. Pero bueno, todos en mi casa querían verla. Es así como no me quedó otro remedio que ver "El Cantante", largometraje que lleva a la pantalla grande la vida de Héctor Lavoe. Si bien la película tiene algunos altibajos, me pareció muy bien realizada. Además, sirvió para encontrarle gusto a la "salsa dura".
Desde las primeras presentaciones de Marc Anthony, en su papel de Héctor Lavoe, empecé a notar que la música que él interpretaba relataba mucho de su amargo pesar. No hay que ser tan conocedores de su vida para saber el atormentado paso que tuvo en la tierra. El amor siempre le dejó un sabor agridulce y las drogas no lo ayudaron en ponerle más color a su vida. No me percaté de todo ello hasta que ví la película, en verdad que merecía mejor suerte.
Alguna vez alguien me dijo que "nuestra mayor fuerza es nuestra más grande debilidad" y en Héctor Lavoe esta paradoja se ve reflejada en el personaje de su esposa "Puchi". No puedo imaginarme lo mal que la tuvo que pasar al tenerla de pareja. Era una mujer preocupada más en lo material que en lo sentimental. Totalmente manipuladora y fría.
La industria musical basa su estabilidad monetaria en el desamor de las letras. Y hay tantos músicos que se aprovechan de ello, sin conocer cómo es sufrir de amor. Héctor Lavoe no es, sin duda, parte de éste grupo. Él vivió "la pasión de Cristo" toda su vida y nunca pidió que alguien le cargase la cruz.
Se trata pues no sólo de un ícono de la música latinoamericana, sino de un héroe de la historia popular de nuestros pueblos.
Les dejo un video de este extraordinario cantante:
Héctor Lavoe - Aléjate
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