Hoy estoy algo ebrio, veo las acciones más lentas y centradas. Soy de los que, mientras más ebrios están, más lucidos se ponen. Es como que si descubriera un nuevo mundo, uno más tranquilo y sin mucha presión. Empiezo a divagar sobre preguntas sin sentido, trato de filosofar respecto a todo. Hoy me siento parte del resto, un ser común y silvestre.
Tengo ganas de escucharte, oirte decir lo cansada que estás de todo. Que no dormiste bien toda la semana. Que el tipo al que dices "querer" en verdad te hace sentir mal. Quiero escuchar que me extrañas o que no lo digas, pues te da pudor. Quiero ser parte de tu mundo y que tú seas lo único que importe en el mío.
Hoy, luego de seis cerverzas entre dos de mis amigos, te he recordado. Quizás canté para ti una canción de los Auténticos Decandentes. Pude haberte llamado, pero el miedo de decirte todo lo que pienso ahora pudo más.
Créeme que hago todo lo posible por ser un simple amigo tuyo, pero mi pobre corazón es el némesis de mi razón.
Es todo
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